Carlos De Jorge es el Jefe de Prevención, Calidad y Medio Ambiente en Acisa Industria y Tecnología. En esta entrevista queremos dar visibilidad a la labor de Carlos y de todos aquellos que trabajan para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores.
Acisa – Buenos días, Carlos. En primer lugar, ¿podrías explicarnos brevemente en qué consiste tu trabajo y cuál es la misión de tu equipo?
Carlos De Jorge – Mi función es dar soporte, coordinar al equipo de técnicos, lanzar nuevas operativas que nos ayuden a mejorar el día a día de nuestro trabajo. En primer lugar, en el ámbito de la prevención de riesgos laborales, el objetivo principal es asegurar que no ocurran accidentes en el lugar de trabajo. Esto es fundamental porque cada persona que viene a trabajar lo hace no solo para ganarse la vida, sino también para brindar una mejor vida a su familia. Es esencial garantizar que todos regresen a casa sanos y salvos, sin sufrir lesiones o peor.
En segundo lugar, me encargo de la implantación y mantenimiento de todas las normas ISO relevantes. Esto implica asegurarse de que se cumplan los estándares de calidad en todo momento y lograr un sistema eficiente con los menores errores posibles, porque cada error tiene un impacto económico. Y, por último, en lo que respecta al medio ambiente, mi rol incluye la minimización y gestión de residuos, así como el esfuerzo por alcanzar estándares de sostenibilidad adecuados. Esto significa implementar prácticas que reduzcan nuestro impacto ambiental y promuevan un enfoque más sostenible.
¿Cuáles dirías que son las principales trabas o complicaciones a las que os enfrentáis en vuestro día a día?
Pienso que nuestra principal traba es la percepción de que no contribuimos directamente a la rentabilidad de la empresa. A menudo se nos ve como un área que genera costes sin aportar una productividad tangible o beneficios económicos inmediatos. Nuestra existencia se debe en gran medida a las exigencias normativas, y eso puede dar la impresión de que somos más un requisito obligatorio que un valor añadido.
Sin embargo, es importante destacar que nuestro trabajo tiene un impacto significativo en la producción, aunque no sea de manera directa o inmediatamente visible. La esencia de la prevención es actuar antes de que surjan los problemas, lo que en realidad ayuda a evitar costes y complicaciones futuras. El desafío más grande, y a la vez lo que me resulta más motivador, es lograr una armonía entre los objetivos de producción y los de prevención. Queremos que el departamento de producción nos vea no como un obstáculo, sino como un aliado estratégico. Nuestro objetivo principal es ser percibidos como un departamento que facilita el proceso y no que lo entorpece, actuando como un elemento que ayuda a que «la bicicleta circule» más fluidamente en la empresa.
¿Y en qué punto empieza vuestro trabajo a la hora de acometer los proyectos?
Nuestro trabajo empieza en el momento en que nos cae el proyecto en las manos. Previo al inicio de la obra, hay una serie de pasos documentales y procedimientos importantes que se tienen que cumplir. El proyecto se le asigna a un técnico que empieza a elaborar un plan de seguridad y salud, que es un documento obligatorio y fundamental para la planificación preventiva de todas y cada una de las actividades relevantes en la realización de una obra desde el punto de vista de la seguridad y salud de los trabajadores.
¿Crees que resulta más sencillo sensibilizar a los operarios o a los técnicos y mandos intermedios de una obra?
Es más sencillo concienciar a los técnicos y mandos intermedios. Estos perfiles suelen ser más estables y tienen una mayor integración con las prácticas de prevención. Nuestra influencia en los técnicos es más directa y, en principio, resulta más fácil. Sin embargo, es importante considerar que la percepción de la prevención varía significativamente entre un cargo intermedio y un operario que trabaja directamente en el sitio de la obra, en la línea de frente. El operario es quien realmente debe usar los epis y enfrentarse a los posibles riesgos.
¿Puede un informe de seguridad detener o modificar la idea original de un proyecto?
Si existe un riesgo grave e inminente, la actividad tiene que paralizarse. Para mí es un fracaso llegar a ese punto al que, por suerte, no es habitual. Cualquier trabajador tiene la obligación de interrumpir la actividad y abandonar el lugar de trabajo e informar de dicho riesgo.
¿Cuál es el proyecto más complicado o especial al que te has tenido que enfrentar?
En Acisa, el proyecto más desafiante y a la vez el que más disfruté fue la planta fotovoltaica de Chiprana, por varias razones. Esta planta, con una capacidad de 200 megavatios, es una de las más grandes realizadas por Acisa y marcó nuestro primer gran proyecto fotovoltaico en España. Trabajamos con un cliente extremadamente exigente. La complejidad del proyecto radicó tanto en su envergadura como en la gestión de personal, llegando a manejar entre 750 y 800 trabajadores diariamente. En total, el proyecto se extendió por un periodo de un año y medio.
Finalmente, ¿puedes comentarnos alguna anécdota curiosa o interesante que te haya sucedido en tu trabajo?
La experiencia más memorable que tuve fue durante la construcción de los juzgados en El Vendrell entre 2008 y 2009. Yo era el técnico a cargo de esa obra. Un día de invierno, mientras estaba en la caseta de obra, un operario me llamó y me dijo que alguien me estaba buscando. Al salir, me encontré con un trabajador corpulento que me preguntó si yo era Carlos. Al confirmarlo, me abrazó y dijo: “Me has salvado la vida”. Me sorprendí, ya que en nuestra profesión no somos superhéroes, simplemente hacemos nuestro trabajo lo mejor que podemos para prevenir accidentes. Me explicó que el día anterior, al finalizar su jornada y ya oscureciendo, bajaba por las escaleras del edificio para irse a casa. Por error, en un rellano, continuó recto y cayó en un hueco de ascensor. Afortunadamente, habíamos instalado una red horizontal que le impidió caer al vacío.
Volví a casa pensando en lo valioso de mi trabajo ese día. Aunque el verdadero héroe fue el operario que me llamó y quien era el encargado del montaje de las protecciones colectivas de la obra, el incidente me conmovió. A menudo, nuestro trabajo pasa desapercibido o se reconoce solo en aspectos negativos, pero ese día fue diferente.